Por casi una hora, el hidroavión quemó combustible para evitar un incendio. Hubo un intenso operativo de bomberos dado que la aeronave había sufrido un desperfecto en su sistema de acuatizaje.
Un intenso operativo de urgencia montó el cuartel de bomberos voluntarios de Concepción del Uruguay, al conocerse la alerta que un hidroavión que volaba en la zona había sufrido un desperfecto en su sistema de acuatizaje.
Inmediatamente los bomberos formaron parte del operativo que se montó para recibir a la aeronave en la pista del aeródromo de Concepción del Uruguay, donde se aguardó su llegada.
Por las características propias del avión, este no posee ruedas, por lo que esta circunstancia presentaba uno de los principales problemas para tocar tierra. El segundo inconveniente era la cantidad de combustible que tenía el aparato, ya que se encontraba con los depósitos casi llenos.
Ante este panorama, el piloto Lisandro Núñez, miembro del programa Amphibian Project que forma pilotos de hidroavión en Entre Ríos, comenzó a quemar carburante para reducir los riesgos a la hora de aterrizar.
El avión es un Lake Buccaneer, y según reportó el sitio uruguayense 03442, en el aeródromo se realizó un gran despliegue de personal del Cuerpo de Bomberos Voluntarios que acudieron con dos autobombas y un cisterna, organizándose el operativo de rescate del piloto en caso de que se produjera un siniestro, siendo este la prioridad de los bomberos que atacarían el posible incendio con líneas de agua para cubrir la cabina y espuma.
Finalmente, y después de una hora de tensos momentos en el aire y en tierra, el piloto logró subsanar el problema en su sistema de acuatizaje, dio aviso a todo el personal del aeródromo de Concepción del Uruguay, y logró acuatizar en el río Uruguay, cerca de la localidad de Liebig, y con el piloto en óptimas condiciones.
