Desde el Club Defensores de Pronunciamiento queremos aclarar algunas cuestiones después de las graves acusaciones recibidas por parte de un medio de comunicación. El pasado sábado 24 de julio, en el encuentro disputado frente a Gimnasia y Tiro de Salta, decidimos llevar adelante una transmisión exclusiva en compañía de Passline. ¿Por qué elegimos esa modalidad? Las restricciones por la pandemia nos hicieron buscar otras alternativas para conseguir ingresos que contrarresten las pérdidas en estos tiempos. Todos saben que aún no se permite el ingreso de público en su totalidad. En ese marco, surgió la opción de realizar este tipo de transmisiones en partidos especiales (hasta ahora contra Racing de Córdoba y, lo dicho, Gimnasia y Tiro), en el que los espectadores pagan por el servicio para ver el partido en vivo. No es un negocio paralelo ni nada improvisado; Depro es el tercer club del Federal A que lleva adelante esta modalidad y decidió empezar con ello con la intención de generar un activo entre tantos gastos que demanda cada encuentro. Para el resto de las fechas, en condición de local y en algunas de visitantes, sumamos un canal oficial del Club por YouTube donde se transmiten de manera gratuita para todo el público.
Al realizar la transmisión con Passline se considera que ellos tienen los derechos exclusivos. Se lo comunicamos a los medios salteños y eligieron emitirlo en diferido; también a CA TV CA, una señal fiel a nuestras transmisiones, y entendieron la exclusividad. Son las reglas de juego; por más que no guste, son también las reglas del mercado y de los mismos medios de comunicación cuando son administradas por empresas o autofinanciadas a partir del aporte de los patrocinadores (o sea, empresas, pequeños negocios o Estado). Toda discusión contra el sistema nos excede. No obstante, nos permitimos alegar ante la acusación contra la libertad de expresión. De más está decir que desde la institución respetamos a todos los periodistas y medios de comunicación. Parece redundante expresarlo, pero las acusaciones lamentablemente nos llevan a ratificarlo.
Recibimos la denuncia tras señalarle a un grupo periodístico que no podía transmitir en vivo. De cualquier club hubiesen sido echados por la seguridad privada. Pero acá eso no sucede, y por eso las acusaciones nos genera más decepción. Escudarse detrás de la libertad de expresión es una bajeza en un club que, con humildad, siempre abrió las puertas a todos y agradece constantemente a quienes difunden nuestras disciplinas. Deseamos que el respeto sea recíproco, no que se aprovechen de más de nuestras libertades. El medio de comunicación en cuestión escrachó al club desde su red social, rechazó las ordenes bajo la expresión de «¿y ustedes quiénes son?» o «nosotros llevamos años en el periodismo», razonaron y pidieron disculpas en un momento e inmediatamente volvieron a culpar al Club bajo términos graves. Una pena.
Por respeto a nuestra institución y a nuestros socios e hinchas concluiremos con el tema. Quisimos responder para que nadie ajeno manche la dignidad de Defensores de Pronunciamiento sin razones. Sepan que siempre buscaremos defender los intereses del Club y respetar a todos de la misma forma.
¡Arriba, Depro!
Atte. Comisión Directiva del Club Defensores de Pronunciamiento.
