¿De dónde salieron tantos mosquitos?, fue la pregunta que disparó un informe del periodista Amílcar Nani, del Diario El Día de Gualeguaychú. El fenómeno no sólo ocurre en esa zona del sur entrerriano, sino que también impacta al resto de la provincia y a gran parte del país.
“Comencemos desde el principio: fue una primavera y verano muy seco, y todos esos huevos de mosquitos estaban esperando las condiciones ideales para nacer, y ahora, con la crecida del río y las temperaturas actuales salieron del barro donde estaban enterrados”, explicó el coordinador del Área de Veterinaria municipal de Gualeguaychú, Juan Pablo Sack, quien inmediatamente agregó que “es especialmente por estas temperaturas. Al ser elevada permitió que proliferen y que nazcan todos juntos”.
En otras palabras, la crecida del río provocada por las lluvias caídas durante el fin de semana pasado y este otoño con pinta de primaveral y con tendencia a veraniego durante la tarde generaron el caldo de cultivo ideal para que todos estos mosquitos nazcan al mismo tiempo y salgan a alimentarse de nosotros.
¿Hay peligro de dengue?
Sack descartó que la región pueda experimentar un regreso del dengue, a raíz de esta invasión de mosquitos: “Para empezar, este mosquito es otra variedad, otra especie. Pero además, recordemos que el mosquito es un vector, por lo que para que haya un brote tiene que haber primero circulación viral”, explicó.
“El dengue es un virus, y este año no tuvimos circulación viral en Gualeguaychú. En 2021 no hubo un ingreso importado del virus, a diferencia del año pasado, cuando ingresó y comenzó a circular por la sociedad hasta transformarse en autóctono”, amplió.
“La hembra del mosquito aegypti, que es la transmisora, murió en el invierno pasado por las bajas temperaturas. Quedaron las larvas, pero estas no contienen en su interior el virus, que al igual que cualquier otro, tiene etapas, y no sobrevive por siempre dentro del organismo: o lo vence el sistema inmunológico nuestro o nos morimos”, remarcó.
¿Hasta cuándo se quedarán?
La respuesta parece lógica: si la crecida del río Gualeguaychú los hizo nacer y las temperaturas altas los hicieron proliferar, pareciera que todo va a volver a la normalidad cuando venga el frío, y eso, según el Servicio Meteorológico Nacional, llegaría más cerca del fin de semana que viene, luego de unas lluvias pronosticadas.
Pero entonces: ¿por qué no fumiga el Municipio?
“Si hacemos una fumigación, esta va a afectar a un 40% o 50% de los mosquitos adultos. Esto resuelve el tema dos unos dos o tres días. Antes, en la primera gestión, hacíamos esto: fumigábamos. Pero luego vinieron las directivas de epidemiología y dejamos de hacerlo”, explicó Sack antes de ampliar el asunto: “En otras palabras, si fumigamos el viernes vamos a estar dos días bien y el lunes va a haber nuevamente mosquitos, con el riesgo de que la fumigación no mata solamente mosquitos, sino también abejas o insectos que son necesarios para el ecosistema. Un producto con mucho poder residual puede ser muy riesgoso en su uso por el resultado efímero que brinda”.
En conclusión, la fumigación es una solución cortoplacista que puede tener riesgos para el equilibrio ecológico y que no remedia la situación. Por lo tanto, repelente el que tenga a manos y cachetadas al aire los que se sientan rodeados.
“El tema de la invasión de mosquitos nos va a perseguir unos días hasta que el mosquito cumpla su ciclo y baje la temperatura”, concluyó el titular de Veterinaria municipal.
El Día – Amílcar Nani
