La ciudad contó un centenar de contagiados, aunque la gran mayoría ya está curada. En total, en el departamento son 103. Si bien esta realidad estuvo, durante estos primeros meses del año, en un segundo plano por el Coronavirus, es el primer brote con tantos infectados. El trabajo del Estado y la responsabilidad ciudadana, los ejes más importantes para combatir al mosquito.

La mitad del 2020 queda cada vez más cerca. Un año extraño. La pandemia del Coronavirus convirtió nuestras vidas, de principio a fin, de la mañana a la noche. Pero también cambió las prioridades de todo el sistema de salud: el desconocimiento respecto al Covid-19 y el desastre que provocó en el mundo hicieron que todas las energías se enfocasen en robustecer los servicios disponibles.

Aun así, se continuó trabajando en las múltiples demandas de la salud de la población. Y, en este sentido, el Dengue tuvo una preponderancia inédita años anteriores.

“Hace más de un mes que tenemos circulación viral autóctona en la ciudad, es zona endémica para Dengue. Es decir, ya no se trata de casos importados, como fueron los primeros, de pacientes contagiados en Paraguay o en el norte argentino. Son casos propios, de mosquitos que se han reproducido en nuestros patios con el virus”, explicó el médico veterinario Juan Pablo Sack, quien dialogó con ElDía sobre lo hecho por el Hospital Centenario y el gobierno municipal para contener la situación.

“El dengue es una enfermedad producida por un virus (arbovirus) que requiere, necesariamente, de un vector para ser trasmitido”, indicó. Este vector es el Aedes Aegypti, un mosquito con características diferentes al Culex (mosquito común), que es mucho más sonoro (¡qué más molesto que el ruido de un mosquito en la oreja!) y con vuelo más alto, entre otras características.

“El Aedes tiene un comportamiento diferente. Generalmente, se mueve poco, vuela bajo (no más de 1 metro) y se reproduce en lugares de agua clara, limpia y sombría. Por lo que es más probable encontrar una larva de Aedes en un tanque de agua, en cualquier lugar de la ciudad, que en zonas de grandes extensiones de agua estancada, como puede ser un canal alejado del centro”, explicó el responsable de Veterinaria municipal.

El Aedes tiene un comportamiento diferente. Generalmente, se mueve poco, vuela bajo (no más de 1 metro) y se reproduce en lugares de agua clara, limpia y sombría

Este punto es preponderante: si no hay mosquito, no hay enfermedad. Por lo que, al no haber vacuna para evitar contagiarse, se vuelve indispensable la tarea de concientización y de educación respecto a los cuidados.

“Aedes hay en toda la ciudad, pero no se debe entrar en pánico, al contrario, debemos combatirlo con insecticidas y usando repelente”, comunicó quien coordina los bloqueos que se llevan a cabo cada vez que se confirma un caso positivo. Al respecto, Sack explicó: “Se trata de delimitar el radio de nueve manzanas a la redonda de donde está el caso positivo, y se comunica a los vecinos de la zona todo lo que tiene que ver con la enfermedad y las medidas de prevención a tomar. Además, se colocan volquetes para que realicen la descacharrización, para que limpien el patio, objetivo número uno para para combatir la reproducción del mosquito”.

En simultáneo, se realiza una fumigación con insecticida (tanto adulticida como larvicida, para matar el mosquito adulto y las larvas, respectivamente). En este sentido, es muy importante tener en cuenta que el efecto de la fumigación llega, dependiendo de las características del lugar, al 50 o al 70 por ciento del mismo. Lo que deja en evidencia que, además de la fumigación es muy importante el compromiso de cada vecino.

“El frío es positivo en este marco. Cuando se está por debajo de los 10 grados el mosquito queda prácticamente inactivo, no sale en vuelo, y si la temperatura no aumenta muere”, explicó el profesional, vislumbrando un panorama mucho más alentador en lo inmediato, con las llegada de temperaturas bajas.

El frío es positivo en este marco. Cuando se está por debajo de los 10 grados el mosquito queda prácticamente inactivo, no sale en vuelo, y si la temperatura no aumenta muere

 

El brote, un problema a futuro

“El Dengue es una enfermedad febril que se presenta repentinamente, de un día para el otro. Los síntomas son la cefalea, el dolor retroocular, las erupciones cutáneas son bastantes características también, y puede haber dolor abdominal y dolor de garganta”, explicó el médico infectólogo Ignacio Bourlot.

“Es como una gripe muy fuerte, con dolores musculares y fiebre, pero generalmente sin síntomas en la vía respiratoria alta. O sea, es un paciente que tiene fiebre, pero sin catarro, sin moco”, aclaró.

Haber tenido Dengue por dos serotipos diferentes (son cuatro, en total) se considera el factor de riesgo más relevante para desarrollar un cuadro grave. Por lo que este brote va a ser un problema para los próximos años

Por otro lado, respecto al tratamiento explicó que “se lleva a cabo sólo con paracetamol (no ibuprofeno), reposo y repelente para evitar la trasmisión”. Y en los casos de Dengue grave –puede haber manifestaciones hemorrágicas o descompensaciones generales del paciente–se requiere internación y control, pero no hay un tratamiento específico.

A pesar de haber superado los cien casos positivos en el departamento Gualeguaychú, en lo que va del año, “sólo se internaron dos pacientes para ser evaluados, pero afortunadamente hasta ahora no hubo casos graves”, celebró Bourlot, quien consideró “un problema a futuro” la cantidad de infectados.

“Haber tenido Dengue por dos serotipos diferentes (son cuatro, en total) se considera el factor de riesgo más relevante para desarrollar un cuadro grave. Por lo que este brote va a ser un problema para los próximos años, ya que tenemos una cantidad de pacientes que ya tuvieron Dengue y que pueden infectarse con otro serotipo en un futuro”, resumió el profesional. (ElDía)

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