El fenómeno se registra en un fin de semana con ocupación hotelera completa en Concepción del Uruguay.
La aparición de floraciones algales (verdín) en las aguas del río Uruguay y, especialmente, su llegada a los balnearios de Concepción del Uruguay –al igual que en los de aguas arriba (Concordia y Colón)-, motivó a que las autoridades recomendaran a los concurrentes –tanto a los locales como a los visitantes- no ingresar al agua, para resguardar la salud de los bañistas.
Si bien a lo largo de la jornada hubo rumores que daban cuenta de un eventual cierre de las playas, esa información no fue confirmada; sí, la que referiría a comunicar sobre la necesidad de hacer prevención en estos casos.
Los especialistas explicaron que “lo que sucede es que se vierten diferentes efluentes proveniente de las ciudades, las industrias y las actividades agrícolas, directamente a el río o a los arroyos que confluyen en él, sin el tratamiento adecuado o con límites mayores a los permitidos. Ello hace que el agua se enriquezca en nitrógeno y fósforo, dos elementos que, en condiciones normales, se encuentran en bajas concentraciones. Bajo esa situación en el lecho de agua se produce la eutrofización, lo que significa un enriquecimiento excesivo de nutrientes en un ecosistema acuático”.
“El exceso de esos elementos, así como las temperaturas elevadas, provocan un aumento en las ‘algas azul-verdosas’ o cianobacterias que naturalmente se encuentran en el río. Pero, frente a esa situación, proliferan sin límites. El exceso de algas genera esa capa o verdín que tiene como consecuencia principal aislar el aire del ambiente y no permitir que el oxígeno esté en contacto con el agua y, por ende, disminuya su concentración, hecho que afecta directamente a todo el ecosistema acuático”, se añadió.
Se indicó que “el verdín, en función del tiempo, se precipita en el fondo y las algas liberan diferentes toxinas. Éstas son sustancias que afectan al organismo que las asimila, actuando como un veneno”.
Los actores sociales relacionados con el turismo lamentaron que ese fenómeno se diera en este momento en que la capacidad de alojamiento se encuentra cubierta en un ciento por ciento –en base a importantes acontecimientos de carácter artístico-cultural, como los Carnavales, y deportivo, por las competencias en el Autódromo- y en una temporada que hasta ahora venía teniendo un muy buen movimiento en lo que hace a afluencia.
Extremar los cuidados
«Recordamos que, conforme al protocolo, estamos bajo bandera amarilla, por la fuerte coloración verde de las aguas que bañan nuestras playas, que obedece a un proceso natural temporal que comprende a todo el curso del río Uruguay, comúnmente denominado verdín y que se desarrolla año a año», atinaron a informar desde la Municipalidad de Colón.
Por ende, reiteraron que «se encuentra a disposición mayor información en nuestros puestos sanitarios, promotores de salud, informantes, guardavidas municipales y personal municipal de vía pública».
Oficialmente, se recomendó a los bañistas tomar precauciones para el cuidado de su salud. «Evitar la ingesta de agua y extremar el cuidado de niños, mayores y personas vulnerables», mencionaron como medidas.
«Disponemos de puestos sanitarios, hemos reforzados nuestro sistema de atención y contamos con servicios de enfermería en los puestos de playa ubicados en Peyret y Combatientes de Malvinas (Playa Norte) y Puesto Policial ‘Alpina’ en camino costero sur (Balneario Inkier)», dieron a conocer.
«Contamos también con servicio médico de pediatría en guardia de salud primaria municipal, de 12 a 20, en el Centro Stella Maris ubicado en Boulevard Gaillard y 9 de Julio», agregaron como dato.
Pronunciada bajante
Desde la Secretaría de Turismo de Federación informaron que “debido a la bajante pronunciada que sufre el lago de Salto Grande se determinó, como medida, colocar la bandera roja para todas las playas habilitadas”.
En relación a los motivos, explicaron que, al darse dicha bajante, “hay ciertos riesgos para los bañistas. Hay que tener mucha precaución debido a la cantidad de barro, raíces, vidrios y zonas donde puede existir algún pozo”.
“Con esta determinación se busca preservar la seguridad de los lugareños y turistas. Quedado el uso de las playas bajo toda la responsabilidad de los bañistas”, concluyeron. (La calle)
