En un juicio de trámite abreviado, se acordó la pena de 16 años por los graves delitos que sufrió la mujer, durante los 18 meses que duró el calvario en un domicilio de Sauce Montrull. El condenado permanecerá con domiciliaria.

Una mujer de 34 años y sus tres hijos, escaparon el pasado martes 8 de mayo de 2018, del calvario que vivieron durante al menos un año y medio, en la casa que compartía con su pareja, en la vecina localidad de Sauce Montrull.

Dos días después, detuvieron a la pareja de la mujer: Juan Carlos Álvarez, de 34 años. El sujeto está acusado de un grave episodio de violencia de género, ya que durante esos 18 meses, el hombre mantuvo cautiva, dopada y hasta, atada con cadenas a su mujer, dio cuenta Elonce.

Con el avance de la investigación, la causa fue caratulada como «privación ilegítima de la libertad agravada por el vínculo», delito al que le corresponde una pena de entre 10 y 25 años de cárcel.

 

Admitió la culpa

El hombre acusado de secuestrar por un año a su pareja en Sauce Montrull, acordó este jueves en un juicio abreviado, la pena de 16 años de prisión efectiva. Juan Carlos Alvarez admitió la responsabilidad ante el Tribunal que lo iba a juzgar en las próximas horas. Si bien hubo varios intentos de cerrar la causa bastante tiempo atrás, el acusado de 34 años siempre rechazó la pena que se pretendía imponer desde la fiscalía de Violencia de Género a cargo de Pablo Zoff.

Así fue que este jueves el fiscal Zoff acordó con el nuevo defensor del acusado, Pablo Temón, la condena de 16 años de prisión, tras aceptar los delitos de Privación ilegítima de la libertad, coactiva por amenazas y agravado por el vínculo.

De esta manera, Alvarez permanecerá con el beneficio de la prisión domiciliaria hasta que el Tribunal de Juicio y Apelaciones, integrado por Alejandro Cánepa, José María Chémez y Carolina Castagno, confirme el acuerdo de las partes, celebrado en la audiencia de esta jornada.

 

El calvario de la mujer

De acuerdo a los datos a los que pudo acceder Elonce, la mujer permanecía prácticamente «esclavizada» por su pareja. Daiana, habría sido encadenada a la cama y en muchas ocasiones, era dopada con sicofármacos. Álvarez, tampoco le habría permitido el uso de celulares para evitar que pudiera pedir ayuda.

Las cámaras de vigilancia que fueron secuestradas en el allanamiento a la vivienda del sujeto, eran las que utilizaba para vigilar los movimientos de la mujer, porque sospechaba que ella, tenía escondido un teléfono celular en algún punto de la casa.

Las pocas veces que salían «en familia», Álvarez la habría obligado a caminar al lado suyo y mirar al piso. No tenía que mirar a nadie ni hablar con nadie.

Cómo escapó

De acuerdo a los datos a los que accedió este medio, la mujer, junto a sus hijos, lograron escapar de la vivienda que la que permanecían cautivos. Al salir a la ruta, pudieron pedir auxilio. Unas personas pararon la marcha del auto en el que se trasladaban y allí, la mujer pudo contarles del calvario que vivían. Les dijo que venían escapando.

Fue así que estas personas lograron convencerla de hacer la denuncia. La llevaron hasta la casa de sus padres, y una vez allí, junto a un hermano, inmediatamente radicó la denuncia en Fiscalía.

«Las fotografías del lugar corroboran que efectivamente ocurrió el hecho. No solamente, por la existencia de las cadenas con las que presuntamente, retenía a la víctima, sino también que había cadenas en las aberturas. Es decir, hay un contexto en el domicilio, que es acorde a la versión que nos dio la víctima», había afirmado el fiscal Zoff a Elonce.

«Los hijos, que son pequeños, estaban con ellos cuando ocurría todo esto. Aunque los niños no fueron víctimas directas en su integridad física, pero si padecían la situación por estar en este contexto», explicó el fiscal a Elonce, al referirse a la imputación de Álvarez. (El Once)

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