El pasado viernes 15 de marzo, la Asociación de Amigos del Palacio San José en conjunto con el Museo Histórico, distinguieron a una mujer que cada municipio vecino eligió, entre ellos: Mantero, Herrera, Caseros, 1° de Mayo, San Justo y Pronunciamiento. La realización del evento comenzó a las 10:00 horas en una de las salas del Palacio san José, en donde recibió su reconocimiento en el día Internacional la mujer por parte de la Municipalidad de Caseros la Sra. Aurora Nuñez.
La historia de esta Mujer, vincula dos países: Uruguay y Argentina. Ella nació el 10 de abril de 1947, en Paysandú. Fue madre adolescente. Con 15 años de edad tuvo a su primera hija María Cecilia, quien queda al cuidado de sus abuelos.
Aurora Nuñez tuvo en total 18 hijos. Los primeros 12 nacieron en Uruguay y los 6 restantes en Argentina. Cuatro de ellos ya no están en esta vida terrenal. De ellos descienden 27 nietos y 9 bisnietos. En Caseros viven: María Auxiliadora, Diana, Federico, Sergio y Mario. En San Justo: Jorge y Julio; en Concepción del Uruguay Juan y Carla y en el Uruguay: Cecilia, María Denise, Dora, Mónica y María Mercedes.-
Cuando tenía algo más de treinta años junto a su compañero y sus hijos deciden buscar otra patria donde establecerse y donde desarrollar sus proyectos de vida. Así llegan a la Colonia Santa María, cerca del Palacio. Allí por cierto tiempo se dedican a hacer ladrillos para comercializar en esta zona. Siempre trabajando en familia y al cuidado de sus numerosos hijos.
Luego pasaron por diferentes granjas. Muchos de sus hijos nacen en sus hogares, recibidos y asistidos solo por sus padres: Aurora y Julio.Con la ayuda de las hermanas franciscanas construyen su vivienda en Caseros.
Aurora no tuvo una vida fácil. Fueron siempre una humilde familia, asistida por ciertas instituciones. El criar a sus hijos y encaminarlos para que sean hombres y mujeres de bien no le resultó para nada sencillo. Lograr que asistan a la escuela, sobre todo los varones, fue una labor diaria. Pero ella siempre recibió y aceptó de buena manera todo consejo, toda asistencia, toda intervención de las hermanas, de las escuelas, del hogar al que asistían sus hijos menores. Aurora supo aprovechar cada consejo y vencer las situaciones adversas que la vida le presentó, poniendo la mejor voluntad y dedicación.
Cuando sus hijos fueron creciendo Aurora, para ayudar a su esposo Julio Mendaro, comenzó a trabajar para contribuir con sus ingresos al sostenimiento de la familia, dedicándose al cuidado y atención de personas mayores. Trabajó en el Geriátrico de Caseros, cuidó al Presbítero Andrés Queirolo, al matrimonio de Gladis Magri y Tito Soria.
Intentó terminar sus estudios primarios, pero abandonó aludiendo que “su cabeza ya no está para esas cosas”. La vida le ha enseñado lo que la escuela no pudo. Dos de sus hijos: Diana y Sergio, a fines del año pasado le dieron una alegría, pues ambos terminaron sus estudios secundarios.
Aurora es un ejemplo de superación, de lucha diaria para salir adelante, una MUJER común, humilde, sumisa, muy respetuosa y de buenos modales y trato con la gente, muy agradecida, un ser muy querible. Es también muy batalladora constante, por lo que el Municipio la valora y la destaca; y por todo ello, la ha elegido para este reconocimiento.
