El reclamo y usurpación de vecinos del ex Circuito Mena, tras la entrega de viviendas en el barrio San Isidro, tendrá otro capítulo durante la jornada de hoy al estar programada una reunión en horario a confirmar entre funcionarios municipales y los ciudadanos que reclaman un techo para sus familias.
Debido a la complejidad de esta problemática y con la intención de aclarar el panorama, la redacción del diario La Calle tomó contacto con Cristian Acosta, referente popular de los vecinos que viven en inmediaciones del basural Mena.
¿Cómo transcurrieron los días posteriores a la toma y posterior entrega de las viviendas?
Estos días estuvimos trabajando en la cuestión judicial por un lado y hoy tendremos una reunión con representantes del Municipio.
¿Llegan a esa reunión con algún tipo de propuesta previa?
Sí, se ha llegado a un acuerdo en diferentes puntos. Primero se conformó una Mesa de Trabajo entre el Barrio y el Municipio, donde se llevan las propuestas, se intenta encontrar soluciones y luego se realiza un seguimiento de lo planteado. Además, se va a hacer el llamado a licitación en estos días para las obras que tienen que ver con el trazado de calles, el amanzanamiento de un lote para poder reubicar allí a las familias que viven en las zonas más bajas y la bajada de servicios como agua y luz. También se está analizando cuál puede ser la mejor forma de llevar cloacas a la zona. La Municipalidad nos responderá hoy si será por intermedio de cloacas o de biodigestores comunitarios. Tengo entendido que sería un biodigestor cada 30 familias aproximadamente. Eso es en el marco del acuerdo que habíamos llegado.
¿Hablaron algo con respecto al tema del basural?
Sí. Hay un compromiso para encontrar una forma para que no se siga manejando como hasta ahora. En los últimos días se llenó de basura cerca de las viviendas familiares. Debido a las quemas que se realizan en el verano, siempre hay problemas con eso. Trabajamos para intentar encontrar una solución a esto, una nueva manera de utilizar el basural, diferente a la que se emplea hasta ahora.
Más allá de lo hablado con funcionarios ¿Cómo quedó la comunicación con las personas que se acercaron durante la toma?
Durante los días de la toma recibimos cosas de la gente que se acercaba. En algunos casos, se llegaban con el planteo de que ellos también estaban con la intención de acceder a un terreno o una vivienda. Incluso algunas personas de clase media, que tienen las mismas necesidades que nosotros. Muchos tienen hijos que intentaban acceder a un terreno o algo. Yo creo que hubo mucha confusión durante esas horas. Evidentemente la gente tiene mucha necesidad de poder acceder a una vivienda, o a un terreno para construcción. Estas personas, en principio se acercaban para acompañarnos y transmitirnos eso. Durante los días posteriores, nos siguieron escribiendo y se contactaban conmigo.
¿Qué tenés para decirles a estas personas que buscan hablar con vos?
La verdad es que es muy complejo darles respuesta, ya que no hay lotes para que puedan acceder. En el Circuito Mena hay varios censos realizados que se van a cruzar y ahora van a realizar otro con el municipio. Hay una determinada cantidad de familias y las respuestas son para esas familias nada más. Tampoco hay mucho más espacio para contener a más gente. No se les va a poder dar respuestas a todos, salvo a los vecinos del Mena. El Estado tiene que encontrar algún mecanismo y va a tener que analizar diferentes formas de ir viendo esta problemática. Hay mucha gente que necesita tener el acceso a la tierra dentro de la ciudad.
¿La toma de viviendas se dio en el marco de algún plan de lucha o fue una reacción desesperada ante la urgencia de una casa?
Principalmente por una cuestión de necesidad para que se pueda acelerar la urbanización del Mena, que venía muy demorada. Buscamos encontrar un marco por escrito, que la gente lo planteaba, ya que siempre que habíamos hablado con el Municipio sólo arribamos a compromisos verbales. En este caso se pudo firmar un acuerdo que es judicializable, entonces el Municipio va a tener que responder. Esto es parte de una estrategia. Logramos el objetivo de llegar a un acuerdo programático, ahora habrá plazos para ejecución de los compromisos.
Según la óptica de ustedes ¿qué le corresponde a Nación y qué al municipio?
El oficialismo local tiene una capacidad limitada, que es en este caso ceder las tierras municipales y gestionar algunos servicios que pueda afrontar económicamente. Por otra parte, hay cuestiones que tienen que ver con responsabilidades de Nación, que es lo que nos compete ahora. Nosotros estamos trabajando en la realización de gestiones para poder concretar la reunión con la Secretaría de Vivienda de la Nación. Hay un compromiso desde 2016, cuando visitó el barrio la diputada nacional Yanina Gayol. Después, Rogelio Frigerio (Ministro del Interior, Obras Públicas y Vivienda de la República Argentina) envió a unos asesores técnicos para ver la viabilidad de la construcción de viviendas. El Municipio presentó un proyecto para construir 140 viviendas destinadas a habitantes del barrio Mena. Eso quedó dormido en un cajón. Nosotros estamos intentando recuperar el diálogo con la Secretaría de Viviendas y ver qué factibilidad hay de que esas viviendas puedan ser construidas o destinar los fondos necesarios. Nosotros entendemos que se pueden realizar mediante la autoconstrucción por las mismas familias.
¿Qué papel jugó la Secretaría de Desarrollo Social de la ciudad?
Tenemos que tener presente que renunció el anterior secretario antes de la toma y asumió Marianela Marclay. Ahora estamos restableciendo un poco el diálogo, hay un compromiso de acompañamiento hacia el barrio. No sé si era una cuestión manifiesta de una posición política, pero justo se dio en un momento de cambios de autoridades en la Secretaría de Desarrollo Social de la ciudad. Lo importante es ver y encontrar un mecanismo, no sólo para la asistencia del barrio Mena, sino que tengamos una secretaría que tenga la capacidad de contener la demanda en cuestiones sociales y de poder ir brindando respuestas de manera paulatina, para así encontrar respuestas a esas demandas. Eso lo iremos viendo con el tiempo, ya que es una funcionaria que asumió hace muy poquito. Sin dudas no creo que sea muy fácil la función que tenga que desarrollar Marianela por estos días: le tocó atravesar toda esta discusión sobre la entrega de viviendas del Tavella, la posterior toma y ahora las inundaciones” señaló Acosta en diálogo con La Calle, graficando lo que vienen observando y adelantando las intenciones del barrio durante la serie de reuniones que se vienen.
La cuestión política en la problemática
La toma que llevaron adelante despertó un revuelo político en un año netamente electoral: Jorge Satto, titular del PRO local, dio su punto de vista y José Lauritto el suyo ¿Pudiste leer las posturas de ambos? ¿Qué opinión tenés al respecto?
Hay una cuestión que atender. Tanto el macrismo como Lauritto, están atravesados por una misma iniciativa. Acá hubo una toma de decisiones conjuntas. Si bien es Rogelio Frigerio el que firma la resolución de entrega de viviendas del Tavella, por eso Jorge Satto acompaña esa propuesta, el plan de desarrollo de viviendas es el mismo y le pertenece a Nación. Los Municipios son los entes ejecutores y en ese consorcio el presidente es Lauritto. Por eso hay una crítica en relación al mecanismo de adjudicación, donde se puso a los vecinos del Tavella como los beneficiarios de la entrega del barrio. Es algo que van a tener que discutir entre Lauritto y el PRO local de por qué unificaron un criterio. Si Satto estaba de acuerdo en entregar las viviendas al Tavella, había un por qué. Ese porqué lo tiene que explicar. Estos mecanismos en general tienen que pasar previamente por los Concejo Deliberante. Esta entrega se hizo sin este mecanismo. Acá hubo fundamentalmente una decisión política avalada por ambos: tanto por los responsables de la Nación y acompañados por los representantes locales del PRO, como el Intendente que es la cabeza del municipio.
¿Creés que esto se va a politizar?
Sin lugar a dudas, este tema va a ser utilizado por una cuestión política debido a que hay una fuerte demanda de viviendas que ronda los 5.600 techos. Esta disyuntiva se da entre la clase media, con sectores que pueden acceder a un crédito bancario para pagar un plan o un lote, pero que no hay disponible en el mercado, y los sectores que no tienen esa capacidad.
¿Qué le podes transmitir a las personas que luchan por conseguir una vivienda?
La gente va a tener que interiorizarse sobre lo que será el relevamiento nacional de barrios populares, de lo que es la ley de regularización de dominios y sus implicancias. Los veinte barrios que han sido relevados en la ciudad por este programa, van a estar sujetos a la expropiación y reubicación el día de mañana por la misma ley de regularización. Fundamentalmente tienen una protección, que es una vez aprobada la ley, que creo está en vigencia desde el 30 de noviembre de 2018, donde hay un impedimento de desalojo por cuatro años. Los municipios tienen que realizar convenios y la provincia también. Nosotros vamos a trabajar en esto. Cuando el municipio no tiene la capacidad económica, es la nación la que tiene que tiene que poner esa capacidad económica. Esta ley viene a subsanar de alguna manera, la situación de los barrios populares en Argentina. En Concepción del Uruguay son veinte. Si el municipio pudiera hacer un convenio con el programa, a futuro los fondos vendrían desde la nación y no de las arcas municipales.
La calle
