Pequeños productores agroecológicos confirmaron en la Ronda de los Martes que «los mosquitos» aparecieron en los últimos días por los campos entrerrianos.
«Era verano, trabajábamos en pata y sin remera, comíamos sándwiches de miga debajo de la sombra del avión que era la única que había en las pistas improvisadas en el medio del campo», declaró Fabián Tomasi en una entrevista que publicó la agencia de noticias Télam en mayo de 2015.
Fabián murió el 7 de septiembre de este año pero sus palabras toman cada vez más fuerza.
En Paraná se realizó ayer la 50 Ronda de los Martes y al finalizar, en la asamblea, advirtieron que ahora es el momento en que más se fumiga en los campos entrerrianos.
Además señalaron que como las aulas de las escuelas rurales están vacías «nadie advierte lo que está sucediendo» campo adentro. Los que tienen el dato de lo que está sucediendo son los policías rurales pero no comunican con regularidad este tipo de delitos.
La última vez que lo hicieron fue en noviembre cuando anunciaron que multaron a un «mosquito» al salir de una capacitación sobre fumigaciones.
En esta parte del año los productores intensifican las fumigaciones para asegurar el cultivo de verano: básicamente la soja.
Los metros
El viernes transcendió que con el N° 4.407, el gobernador Gustavo Bordet dejó listo el decreto reglamentario que establece nuevas pautas para las fumigaciones alrededor de las escuelas rurales. Ahora, para su entrada en vigencia, se aguardan los plazos de rigor una vez publicado en el Boletín Oficial, informó Entre Ríos Ahora.
La sorpresa, luego de los anuncios que hablaban sobre agroecología en Entre Ríos, fue grande cuando las organizaciones sociales leyeron que las limitaciones serán de 100 metros para las fumigaciones terrestres y de 500 metros para las aéreas.
Hasta que llegue la confirmación oficial sigue vigente el fallo de la Sala de Procedimientos Constitucionales y Penal del Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos que prohíbe la fumigación terrestre con agrotóxicos en un radio de mil metros alrededor de las escuelas rurales y de tres mil metros en el caso de la fumigación aérea.
Para seguir hablando de metros, es interesante leer el proyecto del senador Fernando Pino Solanas que «prohíbe la aplicación de agroquímicos en áreas urbanas, la aplicación aérea de agroquímicos y la aplicación terrestre, manual o mecánica, de agroquímicos a menos de 1.500 metros de zonas urbanas, viviendas permanentes, escuelas rurales, asentamientos humanos, plantas apícolas, producción e industrialización de productos animales; ríos, arroyos, lagunas, cursos, espejos, embalses, diques y pozos de agua». (UNO)
