Volvió a Tribunales: Nahir Galarza podría declarar el jueves

En una nueva audiencia, una policía de la misma contextura física de Nahir Galarza aseguró no tener problemas para manejar la pistola 9mm. Además se debilitó el relato de la masajista que dijo haber visto moretones en la acusada.

La dinámica de un juicio es cambiante y los abogados mueven sus fichas según las necesidades de la estrategia. El claro ejemplo de ello es lo ocurrido con Yamina Kroh, la madre de la imputada, que concurrió a Tribunales a declarar y no la dejaron.

Su presencia no correspondía a otro motivo que no fuera su declaración ante el Tribunal. Sólo había concurrido al juicio en el primer día de audiencias, que no se le permitió el ingreso junto a su esposo porque ambos estaban citados a declarar como testigos, y hasta tanto no lo hicieran no podían estar presentes dentro de la audiencia.

Para la séptima audiencia se esperaba la presencia de ambos padres, pero pocos minutos después de arribar Nahir Galarza con la custodia policial, su madre llegó sola junto a la consultora técnica que realizó el informe sobre su entrevista psicológica que presentó en el final de la audiencia. Se le preguntó si iba a declarar y ella afirmó: «vengo a contar mi verdad».

Yamina Kroh se sentó a esperar el llamado a declarar que nunca llegó. Durante toda la mañana esperó acompañada por los testigos que fueron convocados por la defensa, entre los cuales estuvo presente la masajista que había testificado en la etapa investigativa sobre los moretones y marcas que notaba en el cuerpo de Nahir Galarza.

Luego, y ante la pregunta del periodismo, los abogados trataron de ocultar su verdadera presencia en los Tribunales y se alegó que había llegado para acompañar a su hija. Afirmaron que ella y su esposo Marcelo Galarza declararán el jueves y ese mismo día es posible que también lo haga su hija.

 

Un cambio de actitud

Nahir Galarza volvió a sorprender con su presencia y a desorientar a todos con respecto a los motivos. Llegó a las 8.12 e inmediatamente comenzaron las especulaciones. Supuestamente ella no iba a permanecer más en el juicio, principalmente por el registrado una semana atrás cuando increpó al Fiscal y lo amenazó con suicidarse si se mostraba un video íntimo de ella junto a Fernando Pastorizzo. Se estimó que la posibilidad correspondía a querer escuchar el testimonio de sus padres, e incluso se pensó hasta en su propia declaración.

Esta última hipótesis tomó más fuerza cuando dentro de la sala, y antes de iniciar el séptimo día de debate, Nahir Galarza releía una y otra vez un papel que podía llegar a ser su última declaración en la etapa investigativa. El constante dialogo con sus abogados incrementaba el interrogante: «se está preparando. Va a declarar», opinaban varios periodistas. Finalmente eso no sucedió.

 

«Ese diario no es mío»

En la audiencia se escucharon cuatro testimonios. El primero y el tercero fueron dos amigos de Nahir Galarza que contaron sobre la relación que ellos mantenían con la acusada y su personalidad. Giuliana Vega, una compañera de la facultad, indicó que durante el tiempo que fueron amigas nunca le mencionó el nombre de Fernando Pastorizzo ni tampoco tenía conocimiento de que mantuviera una relación formal con ningún chico. Incluso, Nahir les aconsejaba a sus amigas que se alejaran de cualquier relación tóxica.

Pero el dato más relevante que reveló esta joven de 20 años que cursó durante medio año la carrera de abogacía, fue con respecto al diario íntimo que tenía la acusada y que fue aportado por el ex vocero mediático. En una de sus visitas a la Comisaría donde está alojada Nahir Galarza desde el 2 de enero, le consultó sobre esa supuesta prueba que había aparecido y de la cual todos los medios de comunicación hablaban, y la respuesta fue clara: «me dijo que ese diario no era de ella».

El tercer testigo en presentarse fue Alexis Oroño, que dijo haber conocido a la imputada a través de las redes sociales. Este joven no aportó demasiado y lo más importante que dijo tiene relación a una supuesta confesión que le habría hecho Nahir sobre una violencia psicológica que padecía, aunque nunca clarificó qué tipo de violencia era.

 

El tiro por la culata

La defensa volvió a insistir con el tema del arma y para ello llevó a la audiencia a la oficial Tamara Castro, que durante cuatro años prestó funciones en la Comisaría de Minoridad y Violencia Familiar. A esta joven policía le realizaron preguntas vinculadas a su función, pero principalmente al uso de armas de fuego por parte de una persona no instruida.

Castro refirió que, a pesar de tener la misma contextura física de Nahir Galarza, nunca tuvo problemas para manipular la pistola 9 mm que la Policía da a sus funcionarios y aunque reconoció que el arma tiene fuerza de retroceso «no es para tanto». «No se puede escapar el arma de la mano si está bien empuñada», reconoció.

El fiscal Lisandro Beherán interrogó un poco más sobre la utilización por parte de personas que nunca realizaron un curso o una instrucción. La Oficial indicó que con el acceso a la información que existe actualmente a través de internet, una persona cualquiera puede manipularla.

 

La polémica masajista

Miriam Duarte fue quien había declarado durante la investigación del crimen haber visto marcas y moretones en el cuerpo de Nahir Galarza durante las sesiones que tenían en su gabinete. Sus declaraciones también habían salido a la luz y también generaron cierta desconfianza de la opinión pública.

En la audiencia volvió a ratificar todo lo dicho. Aseguró que la joven de 19 años tenía moretones en los brazos y moretones de golpes en la espalda, además de un raspón en su pierna. La mujer de 39 años relató que en varias ocasiones trató de interrogar a Nahir sobre el origen y nunca le dijo a qué se debían y cuando se lo mencionaba a la madre la respuesta era que no se podía meter porque su hija ya era grande.

Beherán quiso saber un poco más sobre el moretón en la espalda y le preguntó si podía ser coincidente con un golpe producido jugando al hockey la testigo dijo que era «distinto» por el tamaño. Fue allí cuando el Fiscal le recordó lo que había dicho en su primera declaración, que «tenía la misma dimensión que la boca de un vaso». ¿Cómo puede ser que un moretón de dimensiones circulares sea distinto al golpe que puede causar un bochazo de hockey?

Duarte no lo supo responder y dejó el sabor entre el público de la audiencia que su testimonio poco va a ser tenido en cuenta por el tribunal, porque carece de cualquier validez científica y queda sujeto a una suposición.

Por último ingresó la consultora técnica que en la audiencia pasada no había podido volcar su opinión profesional como psicóloga cuando se discutió la pericia psiquiátrica. Graciela Tobar fue muy corta en su análisis y dijo que «Nahir Galarza es una adolescente que atravesó violencia de género que dejó secuelas que se reflejan e inciden en sus relaciones». Aseguró que está «estresada» por lo que está atravesando y está muy «inestable en sus emociones».

Tras su opinión profesional, y porque no había más testigos citados por la defensa, se dispuso el fin de la audiencia y retomar al día siguiente con la presencia de más testigos. En principio, entre quienes acudirán a la cita judicial, estaría confirmada la presencia de la abuela paterna, que habría sido testigo de la pelea que se originó entre Nahir Galarza y Fernando Pastorizzo la mañana del 25 de diciembre, pero además acudirán policías de una fuerza especial y se espera la conclusión del consultor técnico de la querella que brindará un informe sobre la pericia balística.

También, y por la cantidad de testigos que aún restan presentarse a declarar (la defensa aseguró tener unos 26 citados) el juicio continuará la semana próxima. Aunque aún se están estudiando las fechas, el lunes se empezaría a escuchar los alegatos de clausura, pero se presume que no se podrán realizar todos en una misma audiencia. (El Día)

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