Un solitario delincuente saltó el perímetro lateral de la escuela Gerardo Yoya, que está ubicada en Bulevar San Lorenzo y Lamadrid, de Concordia, minutos después de las 07.00 de la mañana, aprovechando la distracción de varias jovencitas, y robó un celular. Previamente, forcejeó a la joven para lograr su cometido. Pese a que eran muchos los presentes, entre estudiantes, docentes y ordenanzas, no lograron detener su huida. Vecinos de la zona aseguran que es alguien conocido. El director del establecimiento pidió mayor seguridad en la Comisaría Tercera y relató que, a diario, son víctimas de diferentes hechos delictivos.
Un solitario delincuente saltó el perímetro lateral de la escuela Gerardo Yoya, que está ubicada en Bulevar San Lorenzo y Lamadrid, aprovechando que varias jovencitas esperaban el timbre de entrada en el patio, con celulares en mano, y atacó a una de ellas, a la que tomó fuertemente del cuello, con las dos manos, para robarle el celular. Las estudiantes nunca se habían percatado que eran observadas por el malviviente.
Julio Barrios, director del establecimiento educativo, ante cronistas de El Sol, puntualizó: “El hecho ocurrió alrededor de las 07:00 de la mañana. El transeúnte salta el muro lateral de la escuela, que da sobre San Lorenzo, cuando unos 20 o 25 chicos estaban en el patio, otro grupo en los patios internos y otros ingresando, porque a las 07:10 es la formación, más, aproximadamente, 14 adultos, el ordenanza que se encontraba barriendo la vereda lindante a calle San Lorenzo y la otra en Lamadrid.
Fue ahí cuando salta la cerca el individuo, forcejeó y le arrebata el celular a una chica que estaba con otras tres o cuatro más. Cuando el ladrón vuelve a saltar, las alumnas empiezan a pedir auxilio y ahí salen los ordenanzas, los administrativos, los preceptores, todos a seguirlo, porque realmente gritaban y él se fue corriendo por calle Bulevar San Lorenzo y dobló en Bolivia”.
El directivo, al proseguir con su relato, precisó que pese al intento “el muchacho se escapa y radiqué la denuncia en la Comisaría Tercera, donde expongo realmente la preocupación y principalmente la guarda que tengo para con el edificio, de los chicos, principalmente. Esto nos pone en alerta continúa, donde la parte edilicia la tenemos que estar continuamente cuidando y el niño no puede aprender porque no está en un estado de miedo, entonces no podemos seguir de esta manera”.
“Por tal motivo –continuó- se apela a que los organismos, las instituciones que estén encargados como Copnaf, Comisaría del Menor y la Familia, Juzgado del Menor y la Familia y los fiscales de minoridad, a que se hagan carga de estos chicos que comenten delitos y que no permiten a otro niños estudiar. ¿Dónde está el equilibrio? ¿dónde está la justicia?”, se preguntó.
Detalles
Barrios describió que “el ladrón presionó el cuello (de la víctima) con sus dos manos y le sacó el celular. Hay 25 chicos de testigos y todos los adultos; pruebas hay. Se produjo la violación a un edificio, se cometió el robo y quienes lo vieron pueden identificar su vestimenta, altura, color de piel, al igual que un grupo de transeúntes. Vecinos de la zona, que iban a trabajar, se volvieron para contarnos quién era”.
Finalmente el rector detalló: “En la escuela vienen ocurriendo asaltos hace rato, pero afuera, en la vereda. Que invadan el edificio es la primera vez pero siempre hay una primera vez. Acá asaltan a la entrada o a la salida; los robos a los chicos es permanente, asaltan en la parada a gente que está esperando el colectivo para ir a trabajar. El otro día -recordó- atacaron a punta de cuchillo a una chica que no es de la escuela, pero que estaba esperando el colectivo 4, así que la tuvimos que entrar porque la habían golpeado y sacado el celular. Tenía 27 o 28 años y se iba a trabajar de empleada doméstica, cruzaron en moto, se bajaron, le apuntaron y le pegaron un puntazo en el pecho para sacarle el celular. Así no se puede más”, rezongó Barrios. (El Sol)
