El Instituto El Prado de la ciudad, alberga a más de 50 personas que se encuentran en rehabilitación.
“Las drogas no discriminan estatus social, color, edad ni género. Nos tocan la puerta a todos por igual”, relató Sergio, unos de los 50 integrantes del Instituto El Prado, espacio que funciona en ciudad y alberga a personas que se encuentran en rehabilitación por consumo de sustancias psicoactivas.
Desde LA CALLE visitamos la comunidad terapéutica, para hablar con Miriam Rey, Directora actual del espacio y nos interiorizamos acerca del desarrollo de un tratamiento para afrontar las adicciones a las drogas, la importancia de la reinserción en la sociedad y las falsas verdades que se construyen acerca del uso de la marihuana.
“El camino de una apersona con esta gran dificultad y enfermedad que es la adicción a sustancias psicoactivas es complejo desde un ámbito particular e individual, familiar, grupal y social: porque cuando el consumo de una sustancia ataca a una persona no está atacando solamente a esa persona individual sino que lo hace con todo el conflicto real que maneja dicha persona. La familia queda quebrada, la persona está quebrantada, el ámbito laboral está afectado, si tiene hijos están afectados”, destacó Miriam.
“El camino de la rehabilitación es durísimo pero es efectivo, efectivo porque realmente es volver a los orígenes, a las cosas lindas que aprendimos de muy pequeños, de todo lo que hay en la vida y no es nuestro y tenemos que pedir permiso para usarlo. El valor del trabajo y la proyección personal, la recuperación de los afectos”, explicó la referente en cuanto a la recuperación de los valores principales.
En el diálogo Rey, señaló que hay un período que es muy importante y es la reinserción social. “Nosotros la trabajamos desde el comienzo del tratamiento en la comunidad; nos proponemos que el sujeto pueda estudiar, realizar un taller sociolaboral u alguna actividad que lo lleve a adentrarse en lo que es el manejo del dinero, por ejemplo, y empezar a darle de estar forma, algunas responsabilidades que colaboren en su reinserción social”, destacó.
Sobre el uso de la marihuana
Por otro lado, debatimos sobre la construcción de conceptos profesionales, de medios de comunicación y con ello, opiniones públicas, que hablan de la marihuana y su resultado en quienes la consumen. En esta línea, Miriam desmitificó falsas verdades y opinó: “tengo varias miradas ante esta situación, una como Directora de una comunidad terapéutica, una como profesional sobre el tema que tiene que interiorizar sobre las nuevas formas del tratamiento y tengo una mirada como madre y otra como ciudadana”.
“Como Directora y ante las cosas que suceden y el tipo de familias que viene alarmadas a este espacio, me siento alarmada y asustada, pero nunca desesperanzada.
La sociedad no toma conciencia del significado de desdramatizar el uso de sustancias y naturalizar por ejemplo el consumo de marihuana”, comentó la Directora y añadió: “escucho a familias en las que su hijo fuma marihuana y lo aceptan como algo natural por miedo a que consuman a futuro drogas más pesadas. A mí eso me alarma muchísimo porque conozco y soy testigo de muchísimos menores que tienen episodios tóxicos y esquizofrénicos por el uso de marihuana. Así que desde ese lugar estoy asustada y preocupada porque me encuentro con familias totalmente irresponsables”.
“Soy una persona que se formó en el abstinencismo laboralmente y la nueva ley de salud mental tiene un mirada que siente más piedad y es más elástica con el uso de algunas sustancias y esto genera que no se la considere como una sustancia peligrosa y consciente que una persona pueda tener una vida normal siendo consumidor de cannabis teniendo paralelamente una rehabilitación y eso es terrible. Estoy preocupadísima. A este ritmo mi hija me va a decir en un tiempo mira lo que me vendieron en el kiosco y llegará con un cigarrillo de marihuana. Estamos ante un gran problema”, sentenció.
La sociedad no preparada
Al final del recorrido por la comunidad terapéutica que funciona en nuestra ciudad y que alberga a más de 50 chicos y chicas no sólo de Concepción del Uruguay, sino de otros puntos del país y la región; la Directora del centro hizo hincapié en la importancia de una verdadera reinserción social y para ello, la preparación, integración , información y preocupación de los ciudadanos.
“Es preocupante el tema de la reinserción, no sólo de las personas que transitan esta enfermedad sino para cualquier chico que sale de la secundaria y es devastador ver como no tienen posibilidad de nada y la sociedad no tiene respuestas para esos pibes que salen de un tratamiento. En la sociedad no hay posibilidad de poder hacer actividades ni ninguna acción que ayude a mejorar la calidad de vida de estos chicos”, concluyó Miriam Rey. (La calle)
