La agrupación Convergencia de Luchadores denuncia al gremio por haber impugnado la lista que iba como tercera opción.

Las elecciones en la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer), que se realizarán el próximo 2 de noviembre, se enfrentan a una primera denuncia en la Justicia.

La motoriza la agrupación Convergencia de Luchadores, un desprendimiento de la Agrupación Carlos Fuentealba que pretende presentarse como la tercera opción a los docentes para renovar conducción en la seccional Uruguay de Agmer, y dicha presentación se hará con el asesoramiento del abogado Ramiro Pereira.

De momento, la Junta Electoral de Agmer sólo oficializó dos listas: la Lista Integración, que lleva como candidato a secretario general a Walter Baccon y que representa al oficialismo, que se enfrentará a la Lista Azul Carlos Fuentealba, que presenta como candidato a secretario general a Gimena García.

 

La lista que fue impugnada

La tercera agrupación, Convergencia de Luchadores, no fue oficializada por la Junta Electoral consecuencia de una serie de decisiones que, según Américo Dubied, referente de la lista, estuvieron viciadas de irregularidades. Se trata de una coalición de izquierda en la que confluyen las agrupaciones Conti-Santoro, Tizas Negras y Rojo y Negro. “El día de cierre de listas nos rechazan a tres congresales. Y nos dieron un plazo de una hora para solucionarlo. Llegamos seis minutos después, y no lo aceptaron. Nos dieron de baja a toda la lista departamental; sólo nos deja presentarnos en la filial Basavilbaso”, explicó.

En la filial Basavilbaso de Agmer Uruguay compentirán, así, tres listas: Integración, Fuentealba y Convergencia de Luchadores.

Pero el conflicto se suscita en la seccional Uruguay. “Hubo una inexplicable dilación en la información que se brindaba a la Junta Electoral provincial desde la seccional. Nuestra lista no está oficializada, pero tampoco nos han dicho que han rechazado la presentación. Tanto la Junta Electoral departamental como la provincial no han oficializado nuestra lista, pero no han dicho que no podemos participar. Frente a eso, no nos queda otro camino que ir a la Justicia”, anticipa Dubied.

 

Las críticas a Agmer

Desde Convergencia de Luchadores han producido un documento con fuertes críticas. “En Concepción del Uruguay, la burocracia Celeste consuma la proscripción de la lista de izquierda ante la mirada silenciosa de ´dirigentes´ que se hacen llamar clasistas…La primera contención que tiene una burocracia para defender su lugar es utilizar trampas de tipo burocrático para inmovilizar la oposición. Y esta es la situación que estamos sufriendo hoy quienes participamos de la Lista Convergencia de Luchadores. Una fuerza conformada por tres agrupaciones (Conti-Santoro, Tizas Negras y Rojo y Negro)”, señalan.

“Quienes hoy conformamos el núcleo de la Lista de Convergencia fuimos fundadores de Fuentealba. Pero fueron miserias como de la que estamos siendo testigos –nuevamente- por las que nos fuimos. Y hoy esas caracterizaciones se confirman. La construcción de un aparato análogo a la burocracia que se quiere desplazar, pero que miente a los trabajadores y esconde su afiliación al Partido Obrero. Partido del cual reciben el padrinazgo y el rascado mutuo de espaldas. Del otro lado, la burocracia busca limitar la competencia, permitiendo que se desarrolle a su sombra gente de su mismo tipo. Con los cuales y como ahora queda claro, se logran entender muy bien –subrayaron–. Puede que nuestra Lista sea proscripta de las elecciones, pero lucharemos hasta el último cartucho para que así no sea”.

 

Firmes en la denuncia

En otra parte de la crítica hacia la lista oficial del gremio, concluyeron: “llevaremos nuestra justa demanda hasta donde sea necesario y denunciaremos a quienes haya que denunciar. Entendemos que se vienen tiempos duros para los trabajadores y sabiendo que hay lobos disfrazados de corderos, es nuestra obligación moral y política desenmascáralos. Seguiremos en la calle, construyendo un espacio de referencia y convergiendo a fin de dar una opción clasista y anti-burocrática como política y no como eslogan de campaña”. (La calle)