Como parte de las acciones de prevención del cáncer de cuello uterino, el gobierno realiza cursos de actualización para profesionales de salud. Además, se evalúa la población femenina de entre 25 y 65 años a través del papanicolau.
Ante la necesidad de actualizar los conocimientos de los profesionales de salud respecto al abordaje integral del cáncer de cuello uterino, el Ministerio de Salud de Entre Ríos, junto al hospital Centenario de Gualeguaychú y a la Secretaría de Salud Municipal, realizó la primera de tres capacitaciones que se desarrollarán en el año con equipos de profesionales y técnicos de la localidad, como así también de Islas del Ibicuy y Gualeguay.
El curso, que contó con más de 100 asistentes y se desarrolló en el auditorio del hospital Centenario, forma parte de las acciones de prevención que la cartera sanitaria promueve para disminuir la morbimortalidad por esta enfermedad en la provincia, y está destinado a ginecólogos, obstetras, enfermeras, promotores de salud, agentes sanitarios y personal administrativo de centros sanitarios que son parte de una red que implica desde la toma de muestras de papanicolau (PAP), hasta el diagnóstico y localización de las pacientes.
“El cáncer de cuello uterino es una enfermedad progresiva que, si no se trata, termina con la muerte –explicó la responsable del programa provincial de Prevención de Cáncer de Cuello de Útero, Claudia Enrique-. En Entre Ríos tenemos una mortalidad de entre 5 y 6 por 100 mil mujeres por año. Como la mayoría de los casos, esta patología está relacionada con la infección por el Virus del Papiloma Humano (HPV), que es muy contagioso”, indicó.
De todos modos, la funcionaria aclaró: “Muchas personas tienen contacto con el virus pero no todas están enfermas. Siempre difundimos la importancia de prevenir con un PAP y con la vacuna de HPV”. En el caso del estudio, se realiza a partir del año de inicio de las relaciones sexuales: “Es un método simple, barato y accesible, que se hace a la población sana. Es una técnica de sospecha, para evaluar próximos pasos y dar con el diagnóstico”, afirmó.
En cuanto a la vacuna, constituye un método de prevención primaria: “Apunta a que las personas que están en riesgo no lleguen a la enfermedad –dijo Enrique-. Se tienen que vacunar las niñas de 11 años nacidas a partir del año 2000. Y, a partir de este año, se incorporó la vacuna para los varones de la cohorte 2006, por lo que desde el equipo de salud incentivamos a que se les apliquen las dosis en tiempo y forma”, señaló.
Sobre la capacitación
La primera de tres capacitaciones tuvo como objetivo central la promoción del tratamiento precoz e inmediato de los casos posibles de enfermedad. Para evaluar estrategias y nuevas formas de acercarse a las pacientes, se convocaron a los agentes del hospital, a los centros de salud municipales y a los trabajadores sanitarios del departamento. En la ocasión, una de las principales disertantes fue la médica ginecóloga con experiencia en atención primaria y epidemiología, Margarita Otaegui.
La responsable del programa provincial, Claudia Enrique, adelantó que en una segunda instancia, el 5 de septiembre, se desarrollará el segundo curso y estará a cargo de los trabajadores de salud de Gualeguaychú, para tratar el abordaje integral en los efectores de primer nivel de atención, cómo se inician los tratamientos, factores de riesgo, características de la enfermedad y cómo se diagnostica este tipo de cáncer.